lunes, 16 de abril de 2018

Cómo Escoger un Socio para un Emprendimiento

Cómo he mencionado en artículos anteriores he fundado tres empresas de las cuales sólo una sobrevive. También he iniciado algunos emprendimientos sin fundar empresas. Adicionalmente, he visto fracasar y prosperar los emprendimientos de algunos amigos.

Esta experiencia me ha servido para detectar algunos riesgos a la hora de escoger socios y algunas cualidades que se deben buscar.

Empecemos con la historia de mi primer emprendimiento. Estando en la universidad estudiando sistemas me hice amigo de un gran programador. Sin habernos graduado y a manera de freelance aceptamos algunos proyectos y armabamos PC para amigos y conocidos. Con ese dinero la pasabamos muy bien. Al finalizar mi carrera, yo terminé primero que él y estando yo trabajando le propuse lo que me parecio lo más natural: Que creasemos una empresa. Trabajabamos bien juntos y nos divertiamos. Analizando nuestras fortalezas y debilidades "descubrimos" que necesitabamos alguien que se encargase de la parte administrativa y del mercadeo. Reclutamos un amigo recién graduado de economía magna cum laude. Eramos el Equipo-A (España), A-TEAM(USA) o los Magnificos(Latam). ¿Que podría salir mal de un emprendimiento lleno de genios?



Para hacer la historia corta, antes de cumplirse el primer año el economista se

retiró porque obtuvo un gran trabajo en una multinacional. Lo remplazamos por otro genio de la informática. A los dos años, sin dejar de participar en la empresa, yo me retiro parcialmente porque recibo una jugosa oferta de empleo y esto debilita a la empresa. Regresaría a los dos años con mis finanzas saludables a una bote que hacía agua y lleno de tensiones porque todos los socios desperdiciaban su vida sin ganar un peso. El sacrificio más grande lo había hecho mi mejor amigo que había dejado la universidad para dedicarse a la empresa.
 Además de la empresa todos búscabamos alguna fuente de ingresos para sobrevivir, algunas veces siendo nosotros mismos competencia de nuestra propia empresa.

La empresa en total funcionó 5 a 6 años dando pérdidas hasta fusionarse con otra que luego quebraría. Yo me separé antes de la fusión por incompatbilidad con los nuevos socios. La amistad se deterioró mucho y nos costaría mucho tiempo de duelo recuperarla.

Mi siguiente empresa la fundé con mi hermano recién graduado de ingeniería. Trabajaríamos dos años antes de que él se retirase para emplearse, lo increíble de este asunto es que esta nueva empresa nunca tuvo números rojos e íbamos muy bien. Mi hermano se aburrió y se fue.  Esta última  compañía es la que conservo y de la cual vivo y vivo muy bien.

¿Notan un patrón? Claro que sí.  La vida personal de los socios afecta a las empresas. No importa si la empresa genera o no dinero, los socios se pueden retirar en cualquier momento. Hay que tener encuenta que el participar en un emprendimiento implica un cambio drástico en el plan de vida de los socios.
Los socios están renunciando a trabajos estables, a escalar en las pirámides corporativas, a tener ingresos asegurados que les permitan salir con su pareja o criar niños con tranquilidad.

Los siguientes son factores de riesgo que he detectado a la hora de escoger un socio:
  • El candidato es terriblemente talentoso y recibe ofertas de empleo y trabajos freelance con remuneraciones muchísimo más altas que las que pudiese obtener en los primeros años de la empresa. ¿Está el candidato dispuesto a sacrificar sus ingresos?
  • ¿El candidato tiene un nivel de vida muy alto y el dedicarse a un emprendimiento lo pondría en problemas financieros rápidamente.
  • El candidato tiene un desorden financiero horrible, debe matrículas de colegios, le cortan el agua con regularidad. ¿Podrá este nuevo socio aguantar los primeros años de la empresa sin recibir ingresos? Muchas veces un socio de este tipo (odio generalizar) pedirá participación y un salario. Y más que un socio será un empleado mal pago. 
  • El ambiente familiar y de social  del socio es muy exigente al nivel de vida. Rumbas, ropa, joyas, carros, viajes. ¿El candidato  podrá soportar un largo período de frugalidad?
  • El candidato no va a renunciar a su empleo hasta que la empresa no tenga ingresos estables.  La experiencia me dice que esas personas empezarán con entusiasmo  y este irá desapareciendo poco a poco y sus agendas familiares y empresariales serán difíciles de coordinar con las del resto del equipo.  
  • El candidato tiene entre sus planes magisters y doctorados en el exterior. Está aprendiendo otro idioma. Lo siento, esas personas saldrán corriendo detrás de la primera beca y su plan de vida no está en una empresa nacional.
Adicionalmente,  hay que tenerle cuidado a los siguientes perfiles:
  • Aquel que pide dinero prestado y no lo paga. Hará lo mismo con la empresa y le meterá la mano a la caja. 
  • El tramposo. Dejará de pagar impuestos, tratará de robar a los empleados en la liquidación  y meterá a la empresa en problemas. 
  • El perezoso... creo que es obvío.

Teniendo claro los perfiles riesgosos ¿Qué perfil deberíamos buscar?

Primero debemos buscar una persona para la cual la empresa sea uno de sus sueños y que el ser empresario sea su plan de vida 1-A. Muchos quieren ser socios de empresas por la ilusión de los ingresos y eso es un error. El empresario busca crear algo propio, ser independiente, tener el control de su vida y por el camino ganar dinero. Eso se llama pasión. No importa si tu socio no tiene talento. El talento se puede contratar. 

El candidato también debe tener un boya de flotación a la mano. Por ejemplo unos ingresos mínimos que le permitan aguantar los primeros años, unos ahorros, una pareja que trabaje, vivir en casa de los padres (teniendo su apoyo) o  tener un trabajo de tiempo parcial que no interfiera con el emprendimiento.

La experiencia me dice que la falta de dinero de los socios puede ser abrumadora y todo el mundo tiene un límite de cuanto tiempo puede vivir en ceros. He estado en reuniones donde algunos de los  socios están si desayunar y almorzar y el ambiente se pone pesado y no se toman las mejores decisiones.

Pero no siempre es el tema dinero el que afecta. En esta historia yo fui el cabrón una vez, me faltó pasión y sacrificio. Dejé a mis socios por un empleo, así halla trabajado medio tiempo mientras estaba empleado y regresado cuando me capitalicé, debilité a mi empresa jodiendo a mis socios y amigos.

Por eso también vale la pena preguntarse ¿Eres tú el socio tóxico?



sábado, 14 de abril de 2018

¿En serio quieres emprender?

La mayoría de blogs  te hablarán de las maravillas de ser emprendedor, de ser tu propio jefe, de controlar tu tiempo, de no tener límites en tus ingresos etc.

Incluso algunos te dirán que tu idea puede cambiar el mundo, que debes protegerla con patentes, registros de marca, contratos de confidencialidad  y cosas así.
Esos autores de esos blogs solo quieren hacerte soñar en grande para luego venderte los cursos, el coaching o la "infraestructura" que soporte tu super emprendimiento. 

Yo solo te voy a dar un baño de realidad. Ignoro si tu idea cambiará al mundo o si es una de los millones de ideas repetidas que rondan por ahí. Ignoro si tu emprendimiento tendrá millones de clientes o tan solo un puñado que te permitan pagar el agua, la luz y el Internet.
 
Si vas a ser emprendedor tienes que crear una empresa y eso es una cosa sería. Cómo comenté en una publicación pasada recién terminé mis estudios universitarios fundé mi primera empresa con dos compañeros de la universidad Al mismo tiempo yo tenía un empleo, un socio terminaba su carrera y otro empezaba un postgrado. Queríamos ser ricos como Bill Gates. Era la era de las punto com.


Crear la empresa fue fácil. Fuimos a una notaria, nos facilitaron un texto genérico que modificamos para meter nuestra razón social, a que nos dedicaríamos, porcentajes de participación y montón de reglas genéricas de junta directiva y demás. Con esos papeles fuimos a la Cámara de Comercio y listo, ya éramos una empresa. Nos reuníamos una a tres veces por semana, hacíamos planes, definíamos productos y cosas así.  Valga la pena anotar que éramos super jóvenes 22 a 23 años.

Así pasaron algunos meses cuando por fin conseguimos nuestro primer cliente. Le venderíamos a un colegio todos los equipos para su centro de cómputo. Era algo que ya hacíamos en la universidad, comprábamos partes y ensamblábamos PCs.


Ahí vino el primer baño de realidad, mandamos la cotización y para darnos el anticipo nos pidieron una factura. La hicimos en Word y la imprimimos. Obviamente nos la devolvieron porque no cumplía con ningún requisito para ser factura. Necesitábamos una resolución de facturación, un RUT, facturas preimpresas y ene cosas más. El negocio se nos cayó mientras hacíamos eso.


Para nuestro siguiente negocio ya teníamos facturas preimpresas y pudimos facturar. Nos pagaron con un cheque que fuimos a cobrar al banco y nos dijeron que los cheques a persona jurídicas no se pueden cobrar por ventanilla, solo consignar a nombre del primer beneficiario (la empresa).

Entonces procedimos a crear la cuenta empresarial, lo que fue un lío porque al no tener historia, ni referencias , ni declaración de renta, ni contabilidad se nos enredaron los trámites. Realmente no fue fácil.

Por ser nuestra primera factura nos dispusimos a declarar nuestro primer IVA. Y ahí vino nuestro primer gran descalabro: descubrimos que los impuestos se debían declarar mes a mes, no lo habíamos hecho y que ya acumulábamos multas millonarias. Las ganancias del primer proyecto se nos fueron en multas.

A los pocos años sacamos un aviso en páginas amarillas, los únicos que llamaron fueron funcionarios del Ministerio de Comunicaciones para colocarnos una multa por no tener una licencia de valor agregado porque ofrecíamos hosting y desarrollo de páginas WEB.

Con el tiempo descubrimos que habíamos violado normas de contratación, normas de pago de impuestos, normas de licencias de valor agregado, normas de seguridad social y no se cuantas cosas más.

En mis más de veinte años de vida de emprendedor he visto más empresas quebradas por liquidar mal a un empleado o pagar mal un impuesto que por tener un manejo de marca erróneo o no usar la últimas metodologías de emprendimiento o porque su página no se vea bien en móviles.

¿Sabías que si no liquidas correctamente a un empleado este puede cobrarte un salario mensual diario hasta no hacerlo correctamente? ¿Sabías que si no pagas a tiempo las cesantías empiezan a correr unos intereses absurdos?

Y para cierto tipo de emprendimientos el no tener la licencia correcta puede implicarte multas pensadas para multinacionales y el cierre de tu negocio.



¿Crees que el coaching de diseño de producto es importante? ¿Crees que es importantísimo estar al día con las nuevas tendencias de lluvia de ideas? Eso es carreta. Si quieres ser un emprendedor primero tienes que asesorarte en:
  • Pago de impuestos nacionales y distritales
  • Declaración de exógenos
  • Manejo de todos los detalles contratación de empleados como afiliaciones a EPS, Censantías, Pensiones
  • Afiliaciones a ARLs
  • Licencias y permisos que debes adquirir
  • Normas de sistema de gestión de riesgo
  • Cómo inscribirte al registro único de proponentes
  • Y ene mil obligaciones más.
El Estado es cero condescendiente con las empresas y todo error viene con multas millonarias.

¿Te he desanimado para crear empresa? ¿Quieres ser independiente? No te conviene. Los independientes pagan más impuestos, tienen límites en los contratos que pueden aceptar y sobretodo generan poca credibilidad en las empresas grandes por lo cual rara vez son contratados. 

La carga de burocracia que pone el Estado a las empresas es absurda. Tienes que documentarte y estar preparado. Esa primera empresa que comento quebró por esa y muchas razones más. Para la siguiente empresa ya conocía las reglas del juego y aunque fue pesado ya sabía que errores no podía cometer.

P.D.: Si vas a delegar todo eso en un contador ten cuidado. Yo demoré 15 años en encontrar uno que no la embarrara todo el tiempo y me generase multas y visitas a la DIAN.




lunes, 9 de abril de 2018

¿Cómo saber si soy emprendedor?

Yo descubrí que era un emprendedor hace  más o menos 8  años. Para ese momento ya había renunciado a tres trabajos, fundado tres empresas, quebrado dos y estaba viviendo cómodamente de los ingresos de la única que había sobrevivido y de la que actualmente soy dueño.

Descubrí que era un emprendedor cuando empezaron a aparecer cursos de emprendimiento, seminarios de emprendimiento y programas de gobierno para apoyar a los emprendedores. Antes de eso tan solo tenía una empresa y ya. Y tal vez esa sea la definición más sencilla de ser emprendedor: Tener una empresa y vivir de ella.

Tengo muy claro cuando empezó todo. Recién me había graduado de ingenieria en la universidad y estaba disfrutando de un excelente sueldo. Mi papá ese día llegaba tarde del trabajo con una caja y una sonrisa de oreja a oreja. Él no podía estar más feliz y mi mamá tenía una cara larga de preocupación, ahora tenía que aguantarse a mi padre en la casa todo el día: se había pensionado. En ese momento lo entendí todo y solo atiné a decirle a mi padre: "Cuando sea grande quiero ser como tú ... pensionado".

Fue un momento de iluminación, mi padre ya viejo había logrado aquello por lo que tanto había trabajado y yo apenas estaba en la línea de partida y tendría unos 35 a 40 años de trabajo por delante. Tres o cuatro décadas madrugando, subiendo al bus en el frio de la madrugada, sentado en un escritorio, ahorcado con una corbata y haciendo lo mismo día a día. Mientras mi familia se regocigaba y felicitaba a mi padre, yo solo podía hacer cuentas en mi cabeza: diez años para tener un apartamento, tres a cinco años para comprar un carro y muchos años recibiendo ordenes. Le había mentido a mi padre, no me quería pensionar.

¿Entoces ya era un emprendedor? No, no y no. Tan solo era un soñador. De ahí en adelante tendrían que ocurrir decenas de eventos antes de convertirme en un verdadero emprendedor. Pero ese día si había tomado una decisión que definiría mi futuro: No me iba a pensionar. Y todos mis actos de ahí en adelante tendrían que garantizar mi futuro sin una pensión.

Este tema es muy importante, el emprendedor debe tener claro que durante muchos meses o años no cotizará al sistema de pensiones, que no va a recibir cesantías y que no va a recibir una liquidación. El emprendedor renuncia a todas las garantías y beneficios que tienen los empleados. Y si falla en su emprendimiento cuando regrese a la vida de empleado tendrá años de atraso en cotizaciones, sus compañeros de universidad tendrán carros y casas y él arrancará nuevamente desde cero. Un verdadero emprendedor no tiene retorno y debe ser capaz de sacrificarlo todo.

Cierra los ojos e imagínate por un momento sin salario, sin cesantías, sin liquidación, sin primas, sin bonos de cumplimiento y sin pensión.

Pero el no tener beneficios de empleado tampoco te hace emprendedor. Muchos independientes como médicos, odontólogos o abogados tampoco los tienen, pero no por eso son emprendedores. El emprendimiento requiere algo más y es el sacrificio de crear un nuevo ser, una nueva persona: una persona jurídica, una empresa.

De manera intuitiva siempre cree empresas y nunca me presente como contratista. El crear una empresa implica que vas en serio, que estás dispuesto a pagar impuestos, inscribirte en Cámara y Comercio, pagarle a tus empleados, llevar cuentas y ene mil cosas. El contratista es como el encuentro sexual anónimo de fin de semana: es rico, pero pocas veces dura. La empresa es como un matrimonio: hay que cuidarla y se planifica para que dure eternamente, no siempre se logra.

Solo queda faltando una cosa. ¿A que se dedicará la empresa? Un emprendedor tendrá algo que ofrecer. En mi caso era fácil, había estudiado Ingeniería de Sistemas y decidí ofrecer el servicio de desarrollo de software a la medida.


Resumiendo, para ser emprendedor necesitarás cuatro cosas:

  • Una motivación: La mía era muy sencilla, no quería madrugar cuatro décadas para viajar apachurrado en un bus. No podía ser un empleado.
  • Arriesgarse:  El emprendedor debe estar consciente que ya no será empleado y que está poniendo en juego su futuro. 
  • Compromiso: El emprendedor debe estar comprometido con su emprendimiento hasta tal punto que sea capaz de crear una empresa a sabiendas de las dificultades que eso conlleva. 
  • Algo que ofrecer: Debes tener algo que ofrecerle a la sociedad. Algo que la gente valore lo suficiente como para pagar por él
Espero les haya gustado, compártanlo con sus amigos, comenten y pregunten lo que quieran.




Bienvenida

Como se han puesto de moda las startup y los emprendedores, mi facebook se ha llenado de videos sobre emprendimiento, sobre saltar del nido y un montón de frases motivacionales supuestamente dichas por Steve Jobs, Henry Ford, Ghandi o cualquier otro famoso. Hay muchos charlatanes del emprendimiento ofreciendo cursos, conferencias o asesorias sobre emprendimiento, donde su única experiencia sobre emprendimiento es hacer tutorias de emprendimiento. La verdad me da mucho coraje porque muchas personas ponen su futuro en manos de inexpertos que han leído un par de libros de emprendimiento, pero nunca han emprendido realmente . Quiero regalarle mi experiencia a todos los quieran leer este blog. No quiero venderles nada porque afortunadamente tengo una empresa que genera buenos ingresos y este blog es una forma de retribuirle al mundo la buena fortuna. A aquellos que me han ayudado

Al momento de escribir este artículo tengo 44 años y empecé a "emprender" desde que tenía 12 años. Inicié vendiendo chocolatinas en el colegio, luego fabricando mini explosivos para vendérselos a mis compañeros y  di clases de matemáticas y física a otros niños.  Estando en la universidad con 18 años acepté mi primer proyecto "grande", era un software para un centro de radiología oral, para lo cual  con un amigo monté una empresa de juguete, era de juguete porque tenía un nombre y un logo que nosotros mismos creamos, pero carecía de todos los detalles legales para ser una empresa real.  He tenido tres empresas y solo una de ellas ha sido exitosa.

Mi actual empresa no es tan exitosa como Uber, Apple o Google. Ni siquiera llegará al tamaño de un Rappi. Pero es una empresa que ya ha sobrevivido 15 años y me ha permitido tener un nivel de vida razonablemente bueno.

La idea de este blog es contarles sobre las diferentes experiencias que he tenido, sobre mis empresas fallidas, sobre mis errores y sobre mis aciertos. Aprendí a emprender chocando contra las paredes, tuve experiencias dolorosas, decisiones difíciles y muchísimas cosas gratificantes. También quiero contarles sobre las experiencias de mis amigos y otros emprendedores que me he encontrado por el camino.

Aunque para ser emprenderdor el tema motivacional es importante, eso se lo dejaremos a los charlatanes. En este blog veremos temas como el manejo del dinero, conseguir los primeros clientes, como escoger los socios, como fundar una empresa, como saber si se es o no un emprededor, sacarle el cuerpo a los malos negocios e infinidad de cuestiones reales y prácticas.

No se diga más, Empecemos con nuestro primer artículo ¿Cómo saber si soy emprendedor?



Cómo Escoger un Socio para un Emprendimiento

Cómo he mencionado en artículos anteriores he fundado tres empresas de las cuales sólo una sobrevive. También he iniciado algunos emprendimi...