sábado, 14 de abril de 2018

¿En serio quieres emprender?

La mayoría de blogs  te hablarán de las maravillas de ser emprendedor, de ser tu propio jefe, de controlar tu tiempo, de no tener límites en tus ingresos etc.

Incluso algunos te dirán que tu idea puede cambiar el mundo, que debes protegerla con patentes, registros de marca, contratos de confidencialidad  y cosas así.
Esos autores de esos blogs solo quieren hacerte soñar en grande para luego venderte los cursos, el coaching o la "infraestructura" que soporte tu super emprendimiento. 

Yo solo te voy a dar un baño de realidad. Ignoro si tu idea cambiará al mundo o si es una de los millones de ideas repetidas que rondan por ahí. Ignoro si tu emprendimiento tendrá millones de clientes o tan solo un puñado que te permitan pagar el agua, la luz y el Internet.
 
Si vas a ser emprendedor tienes que crear una empresa y eso es una cosa sería. Cómo comenté en una publicación pasada recién terminé mis estudios universitarios fundé mi primera empresa con dos compañeros de la universidad Al mismo tiempo yo tenía un empleo, un socio terminaba su carrera y otro empezaba un postgrado. Queríamos ser ricos como Bill Gates. Era la era de las punto com.


Crear la empresa fue fácil. Fuimos a una notaria, nos facilitaron un texto genérico que modificamos para meter nuestra razón social, a que nos dedicaríamos, porcentajes de participación y montón de reglas genéricas de junta directiva y demás. Con esos papeles fuimos a la Cámara de Comercio y listo, ya éramos una empresa. Nos reuníamos una a tres veces por semana, hacíamos planes, definíamos productos y cosas así.  Valga la pena anotar que éramos super jóvenes 22 a 23 años.

Así pasaron algunos meses cuando por fin conseguimos nuestro primer cliente. Le venderíamos a un colegio todos los equipos para su centro de cómputo. Era algo que ya hacíamos en la universidad, comprábamos partes y ensamblábamos PCs.


Ahí vino el primer baño de realidad, mandamos la cotización y para darnos el anticipo nos pidieron una factura. La hicimos en Word y la imprimimos. Obviamente nos la devolvieron porque no cumplía con ningún requisito para ser factura. Necesitábamos una resolución de facturación, un RUT, facturas preimpresas y ene cosas más. El negocio se nos cayó mientras hacíamos eso.


Para nuestro siguiente negocio ya teníamos facturas preimpresas y pudimos facturar. Nos pagaron con un cheque que fuimos a cobrar al banco y nos dijeron que los cheques a persona jurídicas no se pueden cobrar por ventanilla, solo consignar a nombre del primer beneficiario (la empresa).

Entonces procedimos a crear la cuenta empresarial, lo que fue un lío porque al no tener historia, ni referencias , ni declaración de renta, ni contabilidad se nos enredaron los trámites. Realmente no fue fácil.

Por ser nuestra primera factura nos dispusimos a declarar nuestro primer IVA. Y ahí vino nuestro primer gran descalabro: descubrimos que los impuestos se debían declarar mes a mes, no lo habíamos hecho y que ya acumulábamos multas millonarias. Las ganancias del primer proyecto se nos fueron en multas.

A los pocos años sacamos un aviso en páginas amarillas, los únicos que llamaron fueron funcionarios del Ministerio de Comunicaciones para colocarnos una multa por no tener una licencia de valor agregado porque ofrecíamos hosting y desarrollo de páginas WEB.

Con el tiempo descubrimos que habíamos violado normas de contratación, normas de pago de impuestos, normas de licencias de valor agregado, normas de seguridad social y no se cuantas cosas más.

En mis más de veinte años de vida de emprendedor he visto más empresas quebradas por liquidar mal a un empleado o pagar mal un impuesto que por tener un manejo de marca erróneo o no usar la últimas metodologías de emprendimiento o porque su página no se vea bien en móviles.

¿Sabías que si no liquidas correctamente a un empleado este puede cobrarte un salario mensual diario hasta no hacerlo correctamente? ¿Sabías que si no pagas a tiempo las cesantías empiezan a correr unos intereses absurdos?

Y para cierto tipo de emprendimientos el no tener la licencia correcta puede implicarte multas pensadas para multinacionales y el cierre de tu negocio.



¿Crees que el coaching de diseño de producto es importante? ¿Crees que es importantísimo estar al día con las nuevas tendencias de lluvia de ideas? Eso es carreta. Si quieres ser un emprendedor primero tienes que asesorarte en:
  • Pago de impuestos nacionales y distritales
  • Declaración de exógenos
  • Manejo de todos los detalles contratación de empleados como afiliaciones a EPS, Censantías, Pensiones
  • Afiliaciones a ARLs
  • Licencias y permisos que debes adquirir
  • Normas de sistema de gestión de riesgo
  • Cómo inscribirte al registro único de proponentes
  • Y ene mil obligaciones más.
El Estado es cero condescendiente con las empresas y todo error viene con multas millonarias.

¿Te he desanimado para crear empresa? ¿Quieres ser independiente? No te conviene. Los independientes pagan más impuestos, tienen límites en los contratos que pueden aceptar y sobretodo generan poca credibilidad en las empresas grandes por lo cual rara vez son contratados. 

La carga de burocracia que pone el Estado a las empresas es absurda. Tienes que documentarte y estar preparado. Esa primera empresa que comento quebró por esa y muchas razones más. Para la siguiente empresa ya conocía las reglas del juego y aunque fue pesado ya sabía que errores no podía cometer.

P.D.: Si vas a delegar todo eso en un contador ten cuidado. Yo demoré 15 años en encontrar uno que no la embarrara todo el tiempo y me generase multas y visitas a la DIAN.




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